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sábado, 28 de febrero de 2015
viernes, 27 de febrero de 2015
:3
Estuve Viendo Una Película Donde La Pareja Era Como Una Explosión, Los Unía Una Atracción Tremenda Y Puedo Asegurar Que Si Ella Hablaba Mandarín Y El Griego Podrían Entenderse Con Solo La Mirada. Aunque Peleaban Todo El Tiempo, Su Historia Era Mejor Que La De Romeo & Julieta O Holly & Gerry Etc. No Importa Si Era Mejor Su Historia, Pero Para Ellos Estar Juntos Era Como La Teoría De La Gravedad Unida Con El Loco Deseo.
miércoles, 18 de febrero de 2015
martes, 17 de febrero de 2015
Paola Jordan
¿Que Sientes Cuando Estas Conmigo? Es Extraño, Como Si Estuviese En Un Lugar Irreal. Que Nuestro Magnetismo Extrajera Todo Lo Lindo
Que Hubiese Sin Importar El Alrededor. Solo Lo Importante Es Nuestra Historia De Dos. M'A
jueves, 12 de febrero de 2015
Paola Giokonda Jordan
Que Me Falle LA Respiración, Que La Vista Se Me Nuble Hasta No Ver Mas Nubes. Que Mis Labios Se Sellen En Una Fúnebre Despedida. Y Lagrimas Derramadas. Que Mis Manos Se Derritan En Las Manos De Esa Persona Al No Tener Vida.
Mario Benedetti
Si Algún Día Me Vez Triste No Digas Nada, Solo Quiéreme. Si Me encuentras En La Soledad De La Oscura Noche, No Preguntes Nada, Solo Acompáñame. Si Me Miras Y No Te Miro No Pienses Nada, Comprenderme. Si Lo Que Necesitas Es Amor No Tengas Miedo, Ámame. Pero Si Alguna Vez Dejaras De Quererme No Me Digas Nada Recuerda me.
miércoles, 11 de febrero de 2015
Yacimiento De Amor - Paola Giokonda Jordan
Acá
yace nuestro amor, nuestros deseos ¡, nuestros planes TODO. Muere todo en estos
últimos versos inspirados ah ti. Lagrimas caen sobre mis teclas y mis dedos la
pulsan torpemente al no soportar los sollozos. Todo esto es extraño para mi
jamás pensé en un final así, Siempre pensé que nuestro final iba ah ser cuando
nos llegara la hora de ir con Dios. Sin embargo Mira donde estamos. Separados.
Se que en algún momento se me pasara. Que Lo superare como puede ser que no
Pero, duele Infinitamente, Me arrancaron una parte de Mi, Mejor dicho yo me
quite un pedazo de mi. Pero se que es lo mejor.
La señora Thompson
Al inicio del año escolar una maestra, la señora Thompson, se encontraba frente a sus alumnos de quinto grado. Como la mayoría de los maestros, ella miró a los chicos y les dijo que a todos los quería por igual. Pero era una gran mentira, porque en la fila de adelante se encontraba, hundido en su asiento, un niño llamado Jim Stoddard. La señora Thompson lo conocía desde el año anterior, cuando había observado que no jugaba con sus compañeros, que sus ropas estaban desaliñadas y que parecía siempre necesitar un baño. Con el paso del tiempo, la relación de la señora Thompson con Jim se volvió desagradable, hasta el punto que ella sentía gusto al marcar las tareas del niño con grandes tachones rojos y ponerle cero.
Un día, la escuela le pidió a la señora Thompson revisar los expedientes anteriores de los niños de su clase, y ella dejó el de Jim de último. Cuando lo revisó, se llevó una gran sorpresa.
La maestra de Jim en el primer grado había escrito: “Es un niño brillante, con una sonrisa espontánea. Hace sus deberes limpiamente y tiene buenos modales; es un deleite estar cerca de él”.
La maestra de segundo grado puso en su reporte: “Jim es un excelente alumno, apreciado por sus compañeros, pero tiene problemas debido a que su madre sufre una enfermedad incurable y su vida en casa debe ser una constante lucha”.
La maestra de tercer grado señaló: “La muerte de su madre ha sido dura para él. Trata de hacer su máximo esfuerzo pero su padre no muestra mucho interés, y su vida en casa le afectará pronto si no se toman algunas acciones”.
La maestra de cuarto escribió: “Jim es descuidado y no muestra interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones se duerme en clase”.
La señora Thompson se dio cuenta del problema y se sintió apenada consigo misma. Se sintió aún peor cuando, al llegar la Navidad, todos los alumnos le llevaron sus regalos envueltos en papeles brillantes y con preciosos listones, excepto Jim: el suyo estaba torpemente envuelto en el tosco papel marrón de las bolsas de supermercado.
Algunos niños comenzaron a reír cuando ella sacó de esa envoltura un brazalete de piedras al que le faltaban algunas, y la cuarta parte de un frasco de perfume. Pero ella minimizó las risas al exclamar: “¡Qué brazalete tan bonito!”, mientras se lo ponía y rociaba un poco de perfume en su muñeca. Jim Stoddard se quedó ese día después de clases sólo para decir: “Señora Thompson, hoy usted olió como mi mamá olía”.
Después de que los niños se fueron, ella lloró por largo tiempo. Desde ese día renunció a enseñar sólo lectura, escritura y aritmética, y comenzó a enseñar valores, sentimientos y principios. Le dedicó especial atención a Jim. A medida que trabajaba con él, la mente del niño parecía volver a la vida; mientras más lo motivaba, mejor respondía. Al final del año, se había convertido en uno de los más listos de la clase.
A pesar de su mentira de que los quería a todos por igual, la señora Thompson apreciaba especialmente a Jim. Un año después, ella encontró debajo de la puerta del salón una nota en la cual el niño le decía que era la mejor maestra que había tenido en su vida.
Pasaron seis años antes de que recibiera otra nota de Jim; le contaba que había terminado la secundaria, obteniendo el tercer lugar en su clase, y que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en su vida.
Cuatro años después la señora Thompson recibió otra carta, donde Jim le decía que, aunque las cosas habían estado duras, pronto se graduaría de la universidad con los máximos honores. Y le aseguró que ella era aún la mejor maestra que había tenido en su vida.
Pasaron cuatro años y llegó otra carta; esta vez Jim le contaba que, después de haber recibido su título universitario, había decidido ir un poco más allá. Le reiteró que ella era la mejor maestra que había tenido en su vida. Ahora su nombre era más largo; la carta estaba firmada por el doctor James F. Stoddard, M.B.
El tiempo siguió su marcha. En una carta posterior, Jim le decía a la señora Thompson que había conocido a una chica y que se iba a casar. Le explicó que su padre había muerto hacía dos años y se preguntaba si ella accedería a sentarse en el lugar que normalmente está reservado para la mamá del novio. Por supuesto, ella aceptó. Para el día de la boda, usó aquel viejo brazalete con varias piedras faltantes, y se aseguró de comprar el mismo perfume que le recordaba a Jim a su mamá. Se abrazaron, y el doctor Stoddard susurró al oído de su antigua maestra:
—Gracias por creer en mí. Gracias por hacerme sentir importante y por enseñarme que yo podía hacer la diferencia.
La señora Thompson, con lágrimas en los ojos, le contestó:
—Estás equivocado, Jim: fuiste tú quien me enseñó que yo podía hacer la diferencia.
No sabía enseñar hasta que te conocí.
- No juzgue a las personas sin saber qué hay detrás de ellas; deles siempre una oportunidad de cambiar su vida.
John Lenon
Cuando Tenia 5 Años, Mi Madre Me Decía Que La Felicidad Era La Clave De La Vida. Cuando Fui Ah La Escuela, Me Preguntaron Que Quería Ser Cuando Yo Fuera Grande Yo Respondí ''Feliz'' Me Dijeron Que Yo No Entendí La Pregunta Y Yo Les Respondí ''Ustedes No Entendían La Vida.
Martín Luther king
Para Tener Enemigos No Hace Falta Declarar La Guerra; Solo Basta Decir Lo Que Se Piensa.
Karl Popper
La Verdadera Ignorancia No Es La Ausencia De Conocimientos, Si No El Echo De Rehusarse A Adquirirlos.
Como Yo - Paola Giokonda Jordan
El Frió De La Lluvia Me Recordó Que Ya No Estabas, que Tu Dulce Regazo Ya No Me Acobijaba. Me Hacia Falta El Calor Que Tu Me Brindabas; Pasaban Los Días Y Yo Mas Te Extrañaba Tenia Miedo Que Hubiera Otra Que Mi Lugar Ocupara, Pero Regresaste Y Me Di Cuenta De Que Era Ah Mi A Quien Amabas Y Que Jamas Abría Otra Que Como Yo Amor Te Brindara.
Nuestro Amor - Paola Giokonda Jordan
No Quiero Que Nuestro Amor Sea Como El Va Y Ven De Las Olas. Solo Quiero Que Este Presente Como El Sol Que Broncea Mi piel
Bello Rostro - Paola Giokonda Jordan
El roció de la mañana me mostró tu bello rostro, dejándome completamente paralizada y sin habla, deseando tenerte junto ah mi semana tras semana. Tu hermosa mirada no me consolaba, la tristeza aun me acompañaba Lo único que me quedaba era imaginar tu hermosa mirada..
Desconocido - Paola Giokonda Jordan
posiblemente tu no me conozcas ni yo ah ti, pero te amo. Te espero con ansias aunque no se quien eres, Sueño con tus besos, aunque no se la forma de tus labios. Anhelo tus caricias aunque no se el color de tu piel. Extraño tu mirada aunque Jamas la aya visto...
Cuando - Ricardo Arjona
Cuándo fue la última vezque te besaron tantoque dijiste mi nombre.Cuándo te ganó el orgulloy escogiste el llantopor no perdonarme.Cuándo fue la última vezque un simple deja vume llevó hasta tus brazos.
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